entre "candalijas" yo te amé...

Es la envidia lo que me hace encontrar esas falticas minúsculas que pasan desapercibidas a las buenas almas, lo acepto, pero sea o no sea yo un ruin y quisquilloso sigue sin existir una calle “candalijas”.

Probablemente Chaplin se haya escurrido por el hipotálamo del redactor que pretó una tecla de más, está pegadita a la “A”, a cualquiera le pasa aunque sean varios los ojos que pinchen, corten y maqueten
haciéndole pensar a los que siempre mal piensan que algunos escribidores se lanzan sin buscar antes en el Petete.

Dicen que al alcalde Candalija le hubiese gustado más ensanchar la ciudad por otro lado, inventarse el Actur en 1860 y montar en Ranillas una cadena de televisión a gas, pero en su consistorio pudieron más las presiones de una burguesía rancieta con pocas ganas de sacar el carruaje para ir al centro, así que se optó por tirar recto abriendo una calle desde el Coso hasta el Pilar.

Fue una idea discutida o discutible, complicada por y para muchos. Algunos medraron con ella, a otros les pintaron bastos. El caso es que tras mucha expropiación y a costa de mucha gente pobre yéndose a la calle, se inauguró esa esclarecida calle Alfonso por la que tan bien se viene y tan bien se va.

En 1914 el Ayuntamiento entendió que Don Antonio Candalija merecía tener una calle con su nombre.