La FNAC en deshabillé


Nota: Sé que este bloc es muy cansino, quiere mirar hacia el futuro y sin embargo se pasa la vida girando el cuello, pero es que el túnel está siendo jodidamente largo y me caen gotitas heladas en el colodrillo, así que soy como la niña del Exorcista pero con peor carácter, la tortícolis es crónica y el ibuprofeno ya no es gratis.

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Para la dueña de la papelería de mi calle los niños éramos una subespecie bípeda e impertinente que preguntábamos el precio de diez cosas y acabábamos llevándonos una goma de Milán, se defendía con relativo éxito poniéndonos miradas de gorgona, si un servidor superaba el pánico era porque bajo el cristal del mostrador existía un paraíso de cajas de rotuladores de punta gorda.

Haciendo rincón dos estanterías subían hasta el techo, mis diez años me permitían llegar sólo a la tercera balda, los libros de cocina, yoga y la vida sexual quedaban por encima de mi cabeza, más menos como ahora, pero en los estantes bajos cohabitaban -aunque mirándose de reojo- gente tan dispar como Hércules Poirot, Ivanhoe y el último Mohicano. Se apoyaban en los atlas de Aguilar y los volúmenes de Mortadelo y Filemón encuadernados en tapa dura, inalcanzables, el único modo de llegar a poseer uno era haciendo la Primera Comunión u operándote de apendicitis, es decir, con suerte dos veces en la vida. Estos ocupaban una buena parte de la superficie asesorados de por Pepe Gotera y  acechados desde la espesura por Orzowei, a quien Dios tenga en su Gloria.

El primer libro que adquirí fue en aquel sitio, lo cierto es que no recuerdo el título pero sí que, mientras la Medusa lo envolvía, desdoblé con chulería el billete de veinte duros de Manuel de Falla con sus gafas de John Lennon. Las cosas se complicaban poco o todavía no habíamos aprendido a complicarlas, yo temía sólo a  Nosferatu y al berzotas del Bayod Bernal, que repetía curso por segunda vez y me sacaba la cabeza, literalmente. Mis profesores eran de izquierdas, llevaban chaquetas de pana beige y tenían la manía de obligarnos a pensar hasta la extenuación. Si les tocabas demasiado el perineo como mucho te mandaban al pasillo, donde te aburrías horriblemente dado que carecías de wathsapp.

Cuarenta años después de la compra de aquel libro vivo en un mundo de silicio, ultraplano y paternal pero mucho menos amable que el de los dibujos animados de Los Supersónicos. Sé por Twitter  lo que puede estar pasando en Alepo pero no tengo puta idea de quién y dónde cosechó el café instantáneo que me tomo para no dormir.

Nunca supuse que tras tanto pressing-catch con mis circunstancias, con toda esa hipertensión desperdiciada, continuaría siendo tan ingenuo. Es patético haberme batido a hostias con Valmont defendiendo la virginidad de Blancanieves, llueve sobre mojado, los mercachifles del Grupo PPR me han vendido su imagen corporativa travistiéndola con las mallas del Doncel de Sigüenza. Me siento timado como cuando, enamorado de mi vecina, adquirí aquellos prismáticos con rayos X. Debería haberme dado cuenta de que para un librero de barrio era imposible alquilar un local de tres plantas casi en plena Plaza España.

En la FNAC consultaban otros oráculos, se pitorreaban de Pitón, su sabiduría importaba unos tres pitos, así como la narrativa contemporánea, los audiovisuales y esos retratos en blanco y negro de un viejo turkestano fumando en pipa. Los gafapastas eran sólo materia prima convertible es pasta a secas, interesábamos sólo en función de la lubricidad de nuestras tarjetas. No me la coge señor, tendrá que abonarlo en efectivo o salir de la fila, le hubiese dicho la cajera a Balzac.

Para Monsieur Pinault renta más un bolso de Gucci que las obras completas de Kenzaburo Oe, y eso que un bolso se puede falsificar, traerse en un container desde un sótano de Taiwán envueltito en su celofán, a los profanos y cenutrios nos da el pego. La buena literatura en cambio es imposible de clonar. En la FNAC parece ser que incluso les molestaba el ruido que hacían las golondrinas pegándose porrazos en el cristal, por eso electrificaron los balcones.

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Noticia: ABC

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con votos cuchufletas

López divagando al respecto de la satisfacción sexual de las mujeres.

Ayer hubo votaciones, que decía mi abuela. Esos que están llorando escondidos bajo la cama vayan mentalizándose y quítense de una vez el yelmo. Y tranquilos, que Bruce Lee tiene razón: be water, o si llueve cógete el paraguas.

Tengo un primo segundo en Barakaldo, y si bien es más vasco que echarse al hombro un cilindro de cien kilos yo aún no le veo proclamando repúblicas, tendría primero que perder tripa, pero eso no quita para que este domingo un millón largo de sus convecinos manifestasen su lícita inquietud introduciendo el sobrecito en la rajita, que es como más eficazmente se manifiestan las cosas.

De nuevo este bloc sin diplomatura se extraña de la extrañeza de quienes se sienten extrañados, esto lo sabía un tibetano de Nyignchi. No ha pasado nada ilógico ni inesperado, los  señores de Bildu serán radicales y gastarán poco en estilismo, pero nos lo tenían dicho. Si algo tienen los procesos de autodeterminación es que se vienen venir de lejos, como Moby Dick, de la noche a la mañana dudo mucho que surja un movimiento secesionista en Calatayud.

Comprobamos a su vez que no es suficiente tener cara de bueno para llegar a Lendakari, en necesaria una mayoría. Ni basta con saber hornear un besugo mientras haces un par de chistes en euskera, si los hay. 

Tampoco es posible cruzar un vitorino con un oso panda y con el afán de mantener a Euskadi dentro del constitucionalismo, pepé y pesoe lo han intentado. Además han tenido que besarse en la boca, precísamente ellos, que han montado el numerito cada vez que han sido invitados a una boda. Sin ser analista político ni licenciado en la Universidad de Georgetown (que siquiera sé en qué barrio de Cáceres está) a este bloc siempre le pareció dificultoso ese pacto entre los cherokees y el séptimo de Míchigan,

A sabiendas de que vendería pocos ejemplares (al celtíbero de pro lo que le gusta es removerse la bilis con un palo) y dado que después de hoy cualquiera puede adivinar lo que vendrá, si yo fuese director de periódico me abstendría de vaciar un solo tintero despotricando cuando el ayuntamiento de Arreguitaguzulendía opte por exhibir sólo la ikurriña. Montar bulla por ese tipo de jaimitadas es seguirle el juego al populismo de balcón.

Retirar los símbolos de España será ahora tan sencillo como pinchar una aceituna, sin embargo generará más aplausos que si a Beyoncé se le descosiesen los leggins en plena actuación.

De cualquier modo, las banderas cuestan 10 euros en los chinos, no serán tan importantes.

myphotosfromspain.blogspot.com.es
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El alcalde enloquece.


Belloch es un suicida, dudo que todos los efectivos de la policía municipal hubiesen sido capaces de frenar la turba de jubilados que a punto estuvo de asaltar el Ayuntamiento, bien armados con sus tarjetas sanitarias afiladas como dagas.

Que lo diga Ratzinger, que otrora quemó herejes, de no mediar una sincera contrición, lo de vestir de rojo a la Virgen cual si fuese Michelle Pfeiffer en Los Fabulosos Baker Boys, conducirá indemorablemente al munícipe a la condena eterna.

Dicen los más malos que se trata de un rojo PSOE. No es cierto. La intención de la mudanza fue enternecedoramente buena, la posibilidad de pedir tres deseos en época de crisis es lo mejor que nos puede regalar el Consistorio.

De hecho a un servidor le sobraron dos, la paz en el mundo y todo eso se lo dejo para las mises.

Y no contento con excitar el hipotálamo de los habitantes más conservadores de esta aldea, hoy dividida en dos por los raíles del tranvía, para guindar el pregón la Concejalía hizo uso de un “Canto a la Libertad” transmutado en flamenquito, descontextualizado y agónicamente largo. Hubo síncopes entre el sector más radical de las peñas, acostumbrados al si te ha pillao la vaca jo-de-té.

Sin necesidad de ouija, Labordeta estuvo a un tris de regresar blandiendo el arpa e indignado por la inoportunidad. Más arpazos que el resto hubiese recibido Jerónimo Blasco, especialmente dichoso esa noche.

Juan Alberto Belloch, que no es muy de recular, manifiesta que morirá matando. La historia dijo algún cobarde que la escriben los valientes, cuente pues conmigo, excelentísimo, ésta ciudad de dos milenios ha de ser mucho más que la incómoda parada del AVE en la que se despiertan los viajeros que van de Madrid a Barcelona. La capital del Mundo futuro podría estar perfectamente aquí siempre y cuando consigamos crear en los chinos una adicción patológica a las frutas de Aragón.

No obstante, Sr Alcalde, la idea de levantar en la plaza del Pilar una réplica de los budas gigantes de Bamiyan a este bloc le parece un tanto arriesgada, quizá se debería posponer hasta las elecciones del 2015, de llegar éstas a darse.


                         Israel Dual en el balcón del Ayuntamiento

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Eurovegas

desde la M-50


vega.  (De la voz prerromana *vaica).

1. f. Parte de tierra baja, llana y fértil.
2. f. Chile. Terreno muy húmedo.
3. f. Cuba y Ven. Terreno sembrado de tabaco.

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El topónimo vuelve a casa, la presidenta acudió a recibirle estampándole dos besos y tras acaparar oles y taquígrafos, salió por la puerta grande. Por su propio pie y no a hombros, que  para una mujer decente resultaría indecoroso.

Dimite ella pero se quedan sus proyectos, como una apisonadora sin gasoil rodando cuesta abajo malamente conducida por un imbécil que lleva un gorro de papel hecho con La Gaceta. Daoíz y Velarde se partieron el alma para nada, nadie podrá evitar que la Villa sea entregada a reyes extranjeros. Los buñuelos serán expedidos por franquicias neerlandesas.

Volverán las grúas a Alcorcón aún más depredadoras, como el clan de los Zorongos querrán vengar a sus primas que se oxidaron, se apiñarán para levantar una sobredimensionada desfachatez en la que los millonarios frikis se corran sus juergas. En mitad del llano, para espanto de los carpetanos y sin el permiso de Azorín, construirán una cúpula que aísle de la penuria un inframundo para horteras, degustarán un cocido light en un comedor rococó de porexpan apuntados por las flechas de cientos de puttis de poliéster.

Lo hecho hecho está. O no, al fin y al cabo es éste un bloc cabrón y desinformado que sólo puncha por punchar. Quien sabe si Esperanza lleva en el móvil el mensaje de Adelson disculpándose en yídish y diciéndole que finalmente ha optado por instalar su mesita de trilero en las orillas del lago de Genesaret porque a su abuela le pilla cerca de casa y está enganchada a las tragaperras.

Las cosas siquiera son historia cuando vacías unas cuantas veces la cisterna.

 

enlace:Orígen de Las Vegas.

enlace: ensalada y pescado.

Actualización a 08/02/2013: Por desgracia va a ser que sí.
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