¿La religión y la Democracia pueden compartir piso?


En castellano, alemán y francés, la palabra “democracia” tiene diez letras, en inglés lo dejan en nueve. En cualquier caso se trata de una megapalabra de aquellas que sólo los dioses, y me refiero a los dioses justos, deberían pronunciar, y como antaño hacían las madres, sería buena idea proponer la creación de un delegado de la ONU cuya responsabilidad consistiese en lavar la boca con jabón a aquellos mandatarios que usen el termino a la ligera. 

Así pues, antes de asegurar que el objetivo de las tropas rebeldes que han puesto mirando a Cuenca a media docena de mentecatos dictadores del norte de África, es instaurar la democracia, estimo que no estaría de más que nos asegurásemos, preguntándole a tales vehementes libertadores vestidos de camuflaje, si saben qué rayos significa realmente la palabra. Si están de verdad por la labor de que todos y cada uno de los ciudadanos de su futuro estado tengan los mismos derechos.

Si su lucha es por esa libertad que permite vestirse de señor o de señora, dejarse barba o una cresta, ir por la calle de Drag Queen o de Espinete. Si, llegado el día de su liberación, se podrá teclear lo que te de la gana y luego darle al enter. Si se le permitirá conservar ambas manos a un gafapasta que garabatee un dibujico de Mahoma o lleve calzoncillos estampados con la media luna.

---------------

foto: http://www.boston.com/bigpicture/