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Un poco feo ese color verde, alteza, un
Golf pendiente de aprobar la ITV idéntico al que tiene mi vecina la separada
del tercero, seguro que no tiene entrada de USB.
Ustedes pasándolas crudas, ninguneados
por papá y hostigados por la villanía periodística mientras mi cuñado el electricista, hecho un principón, marcha a su apartamento de Salou en un Range Rover con navegador y deuvedé .
No es justo, seguro que el muy
cabrón no ingresa el IVA.
Porque es en los plebeyos con FP donde radica el grueso de la corrupción, en cambio la nobleza siempre es y ha sido generosa y se obsesiona
trabajando en pro de fundaciones destinadas a mejorar la vida de los niños desfavorecidos
de Suiza y Gibraltar.
Y si no es así pelillos a la mar,
en cualquier caso, la Gracia de Dios que acompaña a los borbones desde Felipe V
debería bastar para alejar cualquier duda de los jueces.
Viéndolos a ustedes tirar de
utilitario es evidente que el Reino zozobra, es indecoroso que la facción más sport
de la Casa Real no disfrute del miserable Lamborghini con el que cualquier
concejal trepa y ladrillero se desplaza al puticlub.
Cierto es que el pueblo es
mudable con sus vítores. No están tan lejos aquellos de los barceloneses –visca
la Caixa y visca l´Infanteta- cuando os aproximabais a la Catedral, la Diagonal cortada al tráfico e interpretando
sardanas la Colla de Dolçainers del Barça, televisados
en directo por la 1 y henchidos de amor en el Rolls descapotable que Franco tuvo
la bondad de dejar en usufructo.
Cataluña se enorgullece
teniéndoos por vecinos de Pedralbes, aguardad altezas a que amaine la Tramontana
antes de malvender el palacete a un mafioso cantonés. Un Infante no ha de vivir
en Cornellá, sería peor que decolorar la Moreneta.
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