Cines Renoir |
Renoir
se cabrea, blasfema en francés, que es más pecado.
Tal
vez l´Empereur tuviese razón -le dice a la única camarera viva del Moulin de la
Galette-; los españoles con lo que realmente disfrutan es viendo arder brujas. Felices
con su sol y su tortilla le bon cinemá les hace pensar durante hora y media, y además
a oscuras, que para ellos es horrible, quizá sea esa la razón por la que sus
gobernantes lo tienen fácil; bastan sol y huevos.
Así
que tanto les da que les cierren los cines, que les atenúen la indignación o les bloqueen los
sueños interponiendo entre ellos y Ken Loach un candado, el vulgo seguirá poniéndole
velas a sus empastadas princesas de plató y los más jóvenes nunca llegarán a
saber que existen filmes sin zombies, que,
cuando pueden, los uruguayos, los bosnios y los tunecinos también hacen cine.
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