cosas que se mueven sin que yo las mueva.



Cuando vives solo, y a no ser que medie en tu casa algún tipo de poltergeist, caso que no vendría mal porque le haría pagar a la presencia extraña parte de alquiler, no es común que los objetos se muevan por sí solos.

A falta de tu impulso motriz, las cosas permanecen quietas y aburridas. Poseo una mente medianamente poderosa pero todavía no ha llegado el día en el que mueva un tazón de cola-cao con ella.

Sin temas más novedosos y literarios que tratar, paso a captar con mi modesta cámara algunos de los objetos que, con una pequeña ayudita, cierto, se mueven por su cuenta y a mi alrededor.