La señora que atiende la hemeroteca del ABC ya está harta de mí, se encoge de hombros y me dice que no sabe, que ella ya está pá jubilarse y que no le complique la vida con mis tonterías de jovenzuelo antisistema.
Pero es que busco y no encuentro al comandante Rodríguez de Córdoba, Google avergonzado me pide disculpas, nada sobre él.
Lo intento otra vez quitándole la preposición, pero tampoco, busco con tildes y sin tildes, le rebajo el grado. Como servidor no hizo el servicio militar (hubiese confundido a los mariscales de campo con los de playa) e ignora qué graduación es la que precede a comandante, no hay otra que preguntarle a mi madrina, que es teniente de la Benemérita.
Rodríguez de Córdoba sigue sin aparecer, ni una pista del golpista, no existe en la Interné, al menos en la que tengo en mi casa. Llamo a Movistar y pregunto si pueden ofrecerme un servicio más completo, uno con más páginas o algo así, si hace falta que me quiten el porno, que ahora tengo novia. Desde un edificio de oficinas a ocho mil kilómetros de aquí Brígitte Ignacia me dice que lamenta mucho no podérmelo arreglar, después me ruega que, si me ha dejado satisfecho, que yo le digo suena muy mal, pulse el nueve del teléfono. Yo lo prieto.
La renovación del callejero por las autoridades franquistas, que ya había comenzado en plena guerra, alcanzó a su climax de imbecilidad en torno a 1940, cuando se entendió que personalidades como el Conde de Aranda y Pérez Galdós eran nocivos para la nueva España.
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Actualización al 23 del 10 del 11: El comandante estaba aquí. (Biblioteca Digital Montemuzo. Ayto Zaragoza)
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Sebastián Banzo Urrea fue elegido concejal en las elecciones municipales de Abril de 1931, días más tarde fue nombrado alcalde de Zaragoza, el primero de nuestra historia democrática.
Plano de 1944
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