Ha pasado ya la semana reglamentaria
que sucede a todo óbito decente. Los amiguísimos del copón, los mejores compañeros, los culturetas canosos y las presentadoras con la EGB inacabada mandando besos. Las cadenas de televisión destaparon los
frascos de cloroformo y abrieron las latas de las películas sesenteras para
arrancar una torcida sonrisa a los nostálgicos.
Bien que podrían haberle dado una
alegría a la Sony de 42 pulgadas de Mediamárs, con su Full LED de 1080 píxeles, o
díxiles, lo que sean, y programar una película de menos de 30 años que le permitiese lucirse a Don Alfredo.
Pero quita, quita, debieron decirse los programadores de Cine de Barrio, la que vamos a poner es El Vecino del Quinto porque así, volviéndonos a reír de los maricas, quizá nos dejemos de escrachar, de exigir que se apliquen la lógica y la justicia, de amagar con partidos minoritarios que rompan la baraja. Recurriendo a lo grotesco, pensaron, la gente recordará lo pobres, decentes y catetos que éramos y se convencerá por fin de que todo ha sido un sueño.
Pero quita, quita, debieron decirse los programadores de Cine de Barrio, la que vamos a poner es El Vecino del Quinto porque así, volviéndonos a reír de los maricas, quizá nos dejemos de escrachar, de exigir que se apliquen la lógica y la justicia, de amagar con partidos minoritarios que rompan la baraja. Recurriendo a lo grotesco, pensaron, la gente recordará lo pobres, decentes y catetos que éramos y se convencerá por fin de que todo ha sido un sueño.
El propio Landa nos
enseñó a dejar de ser landistas y colgar la boina en el perchero, no
por indigna sino por innecesaria. De él, que era un divo camuflado en señor bajito, aprendimos lo buena gente que somos y qué tiempo necesita un buen sofrito.
Luego nos abdujeron, entes institucionales,
privados, corpóreos o electrónicos y España se puso bata y rulos y regresó
al setenta y dos, a los diretes de las folclóricas, a nombrar alcaldesas honoríficas a las
vírgenes, a darle más mérito a un torero que a un microbiólogo, al hijo de una
tonadillera que a un miembro de la Unidad de Rescate Marítimo.
Hoy España es más antigua y los
adolescentes más machistas. Como nos descuidemos de aquí a poco volveremos a
hacernos pajas cuando Nadiuska salga del baño envuelta en una toalla diminuta.
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Nota:Por suerte, la 2 de TVE queda en el extrarradio, lo suficientemenre lejos del "barrio" como para sí saber hacer los homenajes y emitir El Crack, una de entre las mejores inmejorables que protagonizó Alfredo Landa.
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